Ernesto David Mejía Pérez
Había
un Rey muy rico que quería la corona más brillante. Le puso diamantes, la baño
en oro y muchas gemas y piedras preciosas, que al ponérsela brillaba como el
sol. Pero después se dio cuenta que se había acabado el dinero del palacio en
su corona y decidió retirarse y dejarle el trono a su hijo.
El nuevo
Rey recobro el dinero perdido, pero él quería tener el trono más brillante…
Siempre es bueno pensar en los demás y más siendo el Rey .... :)
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