lunes, 25 de abril de 2016

El león y sus dos presos

Por
Santiago Yafet Sánchez Medina Berry





Había una vez un león muy grande. A los animales más pequeños les daba miedo verlo a los ojos. Un día el león se fue a cazar muchos animales. Le gustaban mucho los antílopes, pero como no encontró ninguno se fue. Escuchó a una liebre, a la cual cuidadosamente le saltó encima. Enseguida, la liebre muy lista se movió y se metió a su madriguera. El conejo salió, vio al león muy enojado, y le dijo: “¡qué bueno!” Después salió a comer pasto. El león muy enojado vio un antílope y se puso feliz. Entonces, el león, como una chita, fue por el antílope, pero no lo alcanzó. El león muy triste vio un elefante. Él ya estaba muy cansado y aun así se comió al elefante.

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