Daniel Chávez Medina-Berry
Una mañana muy bonita se fueron los vecinos a vivir a Acapulco. Por la noche en la casa abandonada José le dijo a Memo y a Joshua- ¡Ah! No era humano, era su hijo muerto de cuatro años. En la mañana José fue a ver: era verdad. Se escucharon ruidos. A las siete el alma se lo llevó a un lugar y José se murió.
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