lunes, 25 de abril de 2016

La lámpara de oro

Por
Alejandra Avendaño Vera



Había una vez un niño llamado Pablito, era muy pobre pero bondadoso, un día Pablito se encontró una lámpara de oro, pero un niño llamado Luisito rico y envidioso le robó la lámpara y la frotó rápidamente, se asombró porque salió una hada no un genio.
—Te concederé tres deseos – dijo la hada.
—Quiero dulces, dinero y muchos juguetes – dijo Luisito. Pero no se concedió su deseo.
—¿Que pasó con mis juguetes, dinero y dulces? – dijo Luisito
—No puedo conceder tu deseo, sólo le concedo deseos a los niños buenos y le di lo que me pediste a un niño bondadoso – contestó la hada .
Cuando volvió vio que Pablito tenía todo lo que el pidió, se disculpó diciéndole:
—¿Me perdonas? – dijo Luisito.
—¡Claro!- contesto Pablito.
Luisito aprendió a no se egoísta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario